Suelos radiantes: características, funcionamiento y categorías

Él suelo radiante Se ha convertido en uno de los sistemas de calefacción del hogar más populares de los últimos tiempos, por la sensación de confort que genera entre los habitantes de la casa y por ofrecer un importante ahorro energético.

Básicamente se trata de un sistema que emite energía térmica a través de la superficie del suelo por radiación, provocando que el aire inferior de un ambiente se caliente y la parte superior suba, aumentando con éxito la temperatura de todo el sitio sin posibilidad. no hay pérdida de calor por las diferentes superficies verticales u horizontales presentes, ya que el calor se contiene donde se encuentran las personas, no en el techo, o se pierde cuando alguien abre una ventana o una puerta.

Dependiendo de la zona donde se instale, la calefacción por suelos radiantes Puede ahorrar entre un 10 y un 20% de energía en comparación con otros sistemas más extendidos.

Él suelo radiante puede ser cómodo incluso en sitios tradicionalmente fríos con métodos convencionales, porque instalado bajo el suelo de toda la habitación, el calor y la transmisión de calor son uniformes.

Otras ventajas de este sistema son la no emisión de gases tóxicos, la reducción del riesgo de quemaduras por contacto y la no alteración de la humedad relativa de la habitación, lo que hace que la sensación de confort térmico sea mayor y las pérdidas de calor sean mínimas..

Suelos radiantes: Clasificación

Sin embargo, teniendo en cuenta la fuente de energía y los materiales utilizados para su funcionamiento, se pueden distinguir tres tipos de instalaciones: suelos radiantes: eléctrica, agua caliente y fibra de carbono.

Tierra radiante eléctrico: También conocido como suelo radiante eléctrica, es un sistema basado en el aprovechamiento de la energía eléctrica para calentar el alambre radiante, la malla o la película instalada bajo el pavimento. Existen versiones más modernas cuyo funcionamiento se controla mediante un termostato o un sistema inteligente para optimizar el consumo energético.

Calefacción por suelo radiante de agua caliente: Se conoce como el sistema de calefacción por suelo radiante más popular. Éste es el sistema clásico de calderas conectadas a tuberías instaladas bajo tierra en lugar de conectarse a radiadores en las paredes. Algunos de estos sistemas tienen la ventaja de ser útiles tanto para calentar como enfriar las superficies de una habitación a una temperatura que mantenga un ambiente interior cómodo. Esto se consigue con agua, previamente calentada o enfriada, que después se hace circular por las tuberías.

Suelo radiante de fibra de carbono: Es el sistema más moderno que existe, se basa en el sistema de suelo radiante eléctrico, diferenciándose por el uso de una red de cables de fibra de carbono instalados bajo el suelo que funcionan como resistencias, distribuidas en tiras de cierta longitud, que conducen a dos conductores eléctricos a los lados y todo envuelto en una funda de plástico flexible que actúa como aislante eléctrico.

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