Cómo mantener la pintura en las paredes
El paso del tiempo y la exposición a los agentes ambientales son algunos de los principales factores que afectan al aspecto general de la paredes pintadas, tanto dentro como fuera de una vivienda.
El pintar del paredes Suele ser el primer afectado, perdiendo su color original o sufriendo desprendimientos. De ahí la importancia de conocer algunas recomendaciones para una buena conservación de estas superficies.
Algo que sin duda contribuye aa maduro mantener su aspecto original durante más tiempo se trata de utilizar material de buena calidad, aunque todavía es necesaria una atención y un mantenimiento periódicos.
Una buena práctica es revisar las paredes dos veces al año para detectar posibles problemas en breve y minimizar los daños en la pintura. Además de evaluar y tratar las manchas de suciedad, moho y eflorescencias, busque grietas, ampollas, descamación, decoloración e incluso signos de oxidación.
Todas las pinturas, especialmente las pinturas planas, las pinturas a base de aceite y las formulaciones menos costosas, pueden convertirse en un excelente medio de crecimiento para mohos y otros hongos, a los que les gustan las condiciones húmedas y sombrías. Por eso, vale la pena revisar las zonas muy expuestas al agua de lluvia o que no reciben una buena luz solar (en el caso de las paredes exteriores), mientras que en el interior debe ponerse el acento en lavaderos, baños y sótanos..
Allí donde se detecten manchas de moho paredes, el cloro doméstico es la solución más común y fácil. Primero se protegen plantas, césped o suelos interiores con plástico y después se frota la superficie pintar zona afectada con una mezcla 3:1 de lejía y un cepillo de fregar. La solución se extiende por la superficie unos 30 centímetros más allá de los límites de la zona afectada, dejando actuar durante 20 minutos. A continuación, se lava bien la zona y se deja secar.
Te puede interesarCómo empapelar las puertas interioresEn cuanto a la suciedad, la mayor parte de lo que se observa en pintar del paredes exterior corresponde a partículas en suspensión que se han asentado en superficie, por lo que se puede eliminar con una limpiadora de alta presión. La suciedad en la pintar en el interior, suele verse en huellas de manos alrededor de los interruptores y pomos de la luz, derrame de líquidos en la cocina y el baño, rasguños en los pasillos o pasillos o hollín que se forma en las lámparas y otras fuentes de calor.
En estos casos, es importante tener en cuenta que eliminar la suciedad antes de que se acumule no sólo se mantiene pintar en buen estado durante más tiempo, pero también evita que la suciedad quede incrustada de forma permanente en la película de pintura, dificultando su limpieza.
Comience siempre a limpiar con un detergente suave y una esponja o paño suave y sólo utilice limpiadores más fuertes para las manchas muy tercas. Los limpiadores alcalinos pueden eventualmente apagar el brillo paredes pintadas. Los limpiadores abrasivos arden casi todos los pigmentos y afectan al tono brillante de los colores satinados.
Una vez finalizadas las tareas de limpieza, las superficies deben aclararse a fondo para evitar que el limpiador residual continúe actuando sobre ellas y altere la adherencia y el color de la pintura.
Mantenimiento de la pintura mural: limpiar las marcas de lápices
En los hogares donde hay niños es habitual que decidan convertir sus preocupaciones artísticas paredes, utilizando diferentes materiales, entre los que destacan los lápices.
Un truco para limpiar estos garabatos es suavizar las marcas de lápices de colores con un secador de pelo y luego borrarlas con una toalla de papel o un paño suave. El secador debe colocarse lo suficientemente cerca del maduro para suavizar los trazos de lápices de grasa, pero no la pintura. También puede intentar suavizar las marcas aplicando una plancha caliente a un paño viejo colocado sobre la zona.
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